Masajes

No lo puedo negar, antes pensaba que hacerse masajes era un comportamiento snob y que no tenía resultados positivos. Hoy en día acepto que mi razonamiento nació de la ignorancia. Me he dado cuenta de que los masajes ayudan a que nuestro cuerpo esté más saludable, además de que, a futuro, probablemente nos hagan ahorrar en medicinas, que al final resultan más caras. En este post quiero comentarles los beneficios que nos brindan los masajes, los tipos en los que se clasifican y para qué sirven.

Foto: gaelx/ Flickr

BENEFICIOS
Alivia la migraña, ya que mientras más relajado tu cuerpo y tu mente, menor será el dolor de la cabeza.
Reduce el estrés y aumenta tu expectativa de vida.

Mejora tu circulación y el funcionamiento de los tejidos. Los masajes permiten que tu piel se oxigene, ya que expulsa las toxinas de tu cuerpo.

Rejuvenece tus músculos debilitados, especialmente los de los deportistas. Muchas veces las pastillas no son suficientes para su mejoría, es por eso que este tipo de masajes ayuda a que el músculo sane.

Reduce la hipertensión. Numerosos estudios comentan que una buena relajación y el eliminar el estrés y por consiguiente el desgaste que este genera en tu cuerpo pueden llegar hasta a eliminar la hipertensión.

Ayuda a dormir mejor. Si eres de las personas que no duermen mucho, a través de los masajes u otros métodos de relajación, ya sea que los hagas tú o un profesional, podrás conciliar mejor el sueño.

Ayuda a acelerar el aumento de peso en los niños prematuros.

Ayuda a reducir el desgaste muscular en los atletas.

Reduce el asma, eliminando la ansiedad que muchas veces sufre el paciente sufre a causa de este mal. También alivia las restricciones de la entrada del aire al cuerpo.

Ayuda a flexibilizar las cicatrices de las personas que han sufrido alguna quemadura seria.

Mejora la concentración, ya que, a través de la relajación, aumentará la conexión entre la mente y el cuerpo.
Ayuda a disminuir los dolores de cólico. Asimismo, los masajes permiten que eliminemos líquidos y que nos libremos de los odiosos calambres.

Mejora tu sistema inmunológico. Los llamados masajes linfáticos (mas adelante explicaré cuáles son) permiten eliminar las células muertas y, como decía antes, los líquidos, factores importantes para incrementar tus defensas.

Disminuye el dolor y tensión en la espalda.

Reduce el cansancio y ayuda a la comodidad durante el embarazo.

Ayuda a la recuperación de la dependencia a sustancias químicas, ya que a través de los masajes se reducen los síntomas de abstinencia, dolores y molestias, lo que permitirá que el paciente soporte mejor los tratamientos psicológicos por los que ha de pasar.

Ayuda a la flexibilidad en el cuerpo.

Mejora la condición de piel.

Reduce espasmos de los músculos.

Disminuye la depresión, permite que tu cerebro descanse y aumenta la serotonina y dopamina, sustancias que permiten que te sientas bien.

Mejora la postura.

Ayuda a calmar la ansiedad.

Mejora la intimidad con tu pareja. Los masajes ayudan al acercamiento, aumentan la sensualidad y permiten despertar el deseo.

Colaboran en el control de los síntomas de la artritis, permitiendo que los que padezcan tal dolencia manejen mejor el dolor, ya que el cuerpo genera más endorfinas, sustancia que hace que se reduzca el malestar.
Ayuda a la recuperación de una cirugía.

Regula el comportamiento de las personas autistas, tanto niños como adultos. Además, los masajes reducen los síntomas de disociación.

Ayuda a mejorar tu respiración.

TIPOS

Masajes terapéuticos:
Masaje sueco: Este se subdivide en terapéutico y de relajación. El primero de ellos ha de ser realizado un profesional. Se realiza sólo en una zona y ayuda a reducir la presión alta, el insomnio y las contracturas musculares.

Por otro lado, el masaje de relajación ayuda a la circulación sanguínea y al transporte de oxígeno en la sangre. Asimismo, elimina las toxinas de los músculos, ayuda a la relajación muscular y también a disminuir el estrés.
Masaje tailandés: este presiona las líneas de energía vital o "chi". Se trabaja sobre los canales que posee el cuerpo, denominados "sen", ayudando a liberar los bloqueos energéticos y amplificando a su flujo. Ayuda a la flexibilidad del cuerpo.

Masajes orientales:
Existen también los terapéuticos y los de relajación.

Masaje Reiki: equilibra la energía del cuerpo.

Masaje Shiatzu: es realizado por un especialista, el cual, a través de la acupuntura con dedos y manos, alivia la zona de molestia.

Reflexología: masajes a los pies. Ayudan a las zonas afectadas por alguna dolencia.

Masajes Ayurdévicos: este tipo de masajes ayuda a estimular el sistema linfático y abrir la energía vital. Asimismo, libera el exceso de líquido en la circulación y facilita el trabajo del corazón.

Masajes Relajantes:
Se les llama así a los masajes sensitivos que dan sensación de bienestar, relax y ayudan a las zonas blandas del cuerpo, como los muslos. Además, tonifican la piel y contribuyen con la circulación sanguínea. Dentro de estos masajes también existe un subtipe terapéutico, el cual debe ser realizado por un profesional.

Existen varios tipos pero los más comunes son los que eliminan el agotamiento, el masaje sueco, el de piedras calientes, el revitalizador, entre otros.

Masaje Linfático:
Ayuda a eliminar toxinas y el liquido del cuerpo. Combate la celulitis, várices y hematomas tanto en piernas y cara (acné, piel rosácea). Debe ser realizado por un especialista, ya que puede tener contraindicaciones, como aumento en el ritmo cardiaco, fiebre, migraña, vértigo y problemas en las vías respiratorias.

Masaje anti celulítico:
Solo es efectivo cuando es bien realizado, ya que si no puede empeorar el cuadro de movilización de tejidos. Se necesita un gel reductor. Debe también ir acompañado de una buena alimentación. Además, hay que tener en cuenta que nos disminuye el peso, sino el volumen (grasa).

Hay que tener ciertas precauciones cuando el especialista está realizando el masaje. Por ejemplo, este debe seguir un sentido centrípeto, es decir que el masaje va en contra del sentido del flujo sanguíneo que se dirige al corazón. No debe realizarlos cuando existe un problema con la circulación. Además, muchas veces agrava las infecciones a los riñones. Cuando se realiza en las piernas siempre debe ser del pie hacia arriba. Muchas especialistas comentan al hacerlos el paciente no debe sentir dolor, aunque otros afirme que sí duelen un poco.

De la misma manera, algunos comentan que es normal al comienzo salgan moretones y otros mencionan que si estos aparecen es porque están mal hechos.

Acciones que debes tener en cuenta antes de hacerte un masaje
No comas pesado ni tomes alcohol antes de la sesión de masaje.

Trata de llegar con anticipación a tu sesión, ya que esto permitirá que estés un poco más relajado en el momento que se inicie el masaje.

Si en el establecimiento hay sauna, vapor o tinas calientes, úsalos antes del masaje, ya que esto permitirá que el especialista puede llegar de una manera más óptima al resultado deseado.

Muchos establecimientos recomiendan que te hagas el masaje con el cuerpo desnudo o con una toalla amarrada al cuerpo. Si esto te incomoda, procura utilizar ropa confortable.

Confía en tu terapista: la buena comunicación antes de la sesión ayudará al terapista a saber qué es exactamente lo que necesitas, qué tipo de masaje ha de efectuar, si te gusta con música o sin ella, poca o mucha luz, etc. No tengas miedo de decirle tus miedos o preocupaciones. Además, comunica si te gusta que te hablen o no durante la sesión.

Respiración profunda ayuda a relajarse. No te pongas duro.

Si eres de las personas a las que les cuesta desconectarte durante el masaje, concéntrate en las manos del terapista y percibe lo que sientes con los masajes. Esto ayudará a que disipes tus pensamientos.

Si pasa algo que te parece inapropiado durante la sesión, dile al terapista que pare. Tú tienes todo el derecho de terminar la sesión cuando quieras.

Si te quedas un poco mareado o muy relajado después del masaje no te levantes de forma abrupta, espera unos minutos antes de levantarte de la camilla.

Toma mucha agua después del masaje.

Luego del masaje, procura estar en un lugar tranquilo.

El resultado del masaje no es automático. A medida que pase el tiempo y lo realices periódicamente, verás los frutos en tu cuerpo y piel.

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